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CONSTRUIR DESDE LA EMOCIÓN

Ser apasionado por lo que uno hace en una profesión como la arquitectura se ve plasmado en la obra finalizada. Eso es lo que sucede con las casas de Alejan- dra Pan. Ella es vecina de Nor- delta desde hace ya muchísimos años, por lo que conoce muy bien la zona. Es arquitecta, con más de 20 años de experiencia y está claro que ama diseñar y construir, acompañando cada paso del pro- ceso: desde el sueño de una obra hasta el final del detalle, incluso hasta la decoración en algunos casos. Si bien entre sus obras en- contramos proyectos muy diver- sos, desde casas hasta edificios, es en la arquitectura residencial donde mejor expresa su trabajo y en los últimos años concentró sus clientes en la zona de Nordelta logrando una eficiencia particular al momento de llevar adelante un proyecto.

¿Qué es ser arquitecta hoy?

Es un conjunto de muchas cosas: por un lado es saber escuchar e interpretar los pensamientos del cliente, es ajustar ese conjunto de ideas a un programa de necesidades, que funcionen , y que se ajusten a una estética y a un costo económico determinado.

Todo esto es importantísimo, pero para completarlo creo fundamen- tal sumar un valor agregado: la emoción. Considero exitosa una obra cuando el cliente obtiene algo extra, eso que le permite sentir una satisfacción emocional al entrar a ese espacio.

Por otro lado ser arquitecto hoy, también implica encontrar un justo equilibrio entre creatividad y pasión junto con un gran desarrollo de adaptación a los permanentes cambios en las normativas, los códigos , y a un país con una economía que nos desafía día a día.

“Huir de las soluciones estandarizadas, encontrar la oportunidad de cada lugar, descubrir cada necesidad singular, dan sentido a la arqui- tectura, es ahí donde se produce la fusión entre la construcción y la emoción.”

Actualmente los arquitectos tienden a la estandarización. ¿Qué hace que construir casas y principalmente en Nordelta sea tu elección?
En cada proyecto veo una enorme oportunidad por delante. Construir una casa de cero nos permite tanto al cliente como a nosotros, romper las estructuras básicas para dar lugar a espacios únicos , personali- zados, que se ajustan a la perfección a cada estilo de vida o también a cada antojo especial. Un hogar no es un proyecto más en la vida de una persona, se pone mucha energía, expectativa y recursos. Por eso es que una buena comunicación arquitecto-cliente es indispensable para hacerlo realidad. Si alguien está evaluando construir su casa yo recomiendo un ejercicio: prestar atención un día completo, desde que nos levantamos hasta la noche, a cada actividad, cada movimiento, cada rutina, y de esta evaluación reconocer nuestras necesidades in- dividuales y propias.

Yo nací y viví toda mi infancia en Tigre, amo este lugar. Conozco Nor- delta desde sus inicios, conozco las reglas de AVN (Asociación Vecinal Nordelta) tanto como profesional como vecina.

Hay muchas maneras de encarar un proyecto. Cuando uno construye con inversores, para futuros usuarios anónimos, se recurre a solucio- nes estandarizadas, que puedan aplicar a la mayoría de las familias “tipo”. Personalmente yo sigo prefiriendo los casos en los que el clien- te llega al estudio, con sus notas, sus dibujos, sus imágenes guarda- das. Soy una apasionada de la búsqueda de la personalidad particular de cada persona, cada familia, cada terreno y cada entorno.

Por lo que me contas le dedicas mucho tiempo al proyecto…
Si, es así, porque el proyecto es lo más importante del proceso. Ese período de tiempo destinado a generar un vínculo arquitecto-cliente, es crucial, es mucho más valioso de lo que en general se imagina. Esa etapa donde se genera la confianza, se evalúan variables, se toman decisiones, colabora con un desarrollo fluido de la obra, y eso deriva directamente en un ahorro económico , y conlleva a una reducción de los plazos de ejecución.

Hoy en día se habla mucho de la construcción sustentable, ¿cuál es tu opinión al respecto?
Con respecto a este tema, en el estudio estamos llevando adelante varios análisis de sistemas de construcción llamados sustentables. Al incursionar en sistemas diferentes a los tradicionales, estos general- mente implican un desembolso inicial superior. Cada proyecto lo eva- luamos por el repago de la inversión en combinación con la reducción en los tiempos de ejecución. La elección del sistema constructivo, las aberturas, los artefactos sanitarios y eléctricos, está conectada direc- tamente al consumo de energías, y por ende al bolsillo del usuario. Hay mucho por delante . En Argentina aún no estamos tan inmersos como en otros países. Lo que sí es claro es que ya no se trata solo de la idealización de dejar un futuro mejor a nuestro planeta, sino que es algo más tangible y concreto, por lo que tenemos que investigar, expe- rimentar y estar abiertos a la idea de los cambios que nos proponen los mercados en sistemas de aprovechamiento de energías renova- bles.

Por último, ¿podríamos decir que la arquitecta Alejandra Pan tiene un estilo propio?
En lo personal yo no hablaría de estilo propio, sino elecciones. Vamos probando, experimentando y tomando las referencias que más nos sirven para ir construyendo un lenguaje personal, ese camino es el que vamos recorriendo a lo largo de toda la carrera. Hoy elijo usar materiales nobles, respetando su naturaleza, su color, su textura. En mis obras utilizo maderas, hormigón visto, piedra. Remarco nueva- mente el concepto de escuchar con atención al cliente, desmenuzar sus necesidades es lo que más nos ayuda a encontrar las elecciones correctas. No creo en imponer estilos o conceptos, de hecho ellos son los que van a vivir esos espacios. Nuestro rol es guiarlos, sin egos e ideología pura, por todo el abanico de alternativas estéticas y funcio- nales posibles para lograr su objetivo: su hogar.

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